Aunque la actividad económica aún está lejos de mostrar signos de recuperación, el nivel de crédito al sector privado podría presentar una de las primeras luces amarillas. En abril, a partir de la profundización en la baja de tasas del Banco Central (BCRA), por primera vez en más de cinco meses consecutivos el stock de pesos prestados en los bancos detuvo su caída.
Según datos del Banco Central, al último día del mes pasado, el financiamiento al sector privado consiguió frenar su caída. En concreto, terminó el cuarto mes del año con una baja de apenas el 0,1% respecto a lo que había registrado en marzo.
«El crédito al consumo y los préstamos a empresas parecen haber alcanzado un piso luego de la profunda caída que vienen mostrando desde noviembre de 2023. Esto seguramente se deba a que el shock más fuerte de caída de la actividad está mermando, implicando una recuperación muy leve de la demanda, aunque se mantiene en niveles muy bajos», advirtieron en la consultora LCG.
El financiamiento a familias mostró incluso cierta recuperación por encima de la inflación proyectada. Los créditos al consumo mostraron un ligero repunte: 0,9% real mensual, rompiendo la racha de 5 meses consecutivos de caída. Dentro de ese universo, se destacó la evolución de los créditos personales, que avanzaron un 3,5% por encima del aumento de los precios de la economía.
«Los incrementos nominales indicados están muy por debajo de la inflación del año, pero luego de varios meses logran por fin superar claramente la línea de la inflación, arrojando en consecuencia un crecimiento en términos reales. La reducción de la tasa de interés liderada por el BCRA en los últimos meses, ha facilitado la ampliación de las líneas de crédito», explicó el socio de First Capital Markets, Guillermo Barbero.
«Ante la expectativa de que la tasa pueda seguir bajando en el futuro cercano, las entidades financieras se encuentran más propensas a extender los plazos de los financiamientos. Estos dos factores combinados posibilitan un incremento de los capitales prestados a cada individuo”, añadió.
Créditos al consumo
La caída del consumo hace que no se vea una evolución positiva en el stock de tarjetas de créditos en pesos, que cedió un 0,1% el mes pasado. Sin embargo, la mejora de la performance de estas líneas, respecto a lo que se había visto en marzo, podría estar anclada a la vuelta del programa oficial Cuota Simple y a promociones más agresivas en los bancos.
En términos interanuales, los créditos al consumo se hunden un 36,7% por encima de la inflación de los últimos doce meses. Los créditos con garantía real, como pueden ser hipotecarios y prendarios, cayeron con fuerza en abril, aunque hay cierta expectativa de una recuperación en los próximos meses, motivada por una vuelta de la oferta de los préstamos para la financiación de la vivienda.
Por el lado del financiamiento a empresas, la variación del mes pasado fue neutra y los adelantos de cuenta presentaron las líneas que más crecieron, con un incremento superior al 5% por encima de la inflación.
A pesar de que en el mercado estiman que el Banco Central avanzará aún más con su política de baja de tasas de interés, que puede abaratar aún más el costo de un crédito, no creen que haya un despunte del crédito al sector privado en Argentina este año. En términos relativos, el ratio crédito sobre PBI es el más bajo de la región: con el 4% solo en Haití la penetración crediticia es menor.
«La demanda y la oferta de préstamos continuarán afectadas por la caída de la actividad y una inflación desacelerando, pero todavía elevada. Es por esto que no esperamos una gran expansión del crédito a lo largo del año», dijeron en LCG.
NE