Jubilaciones ANSES: cuánto cobran hoy y qué pasaría si el Congreso logra revertir el veto de Javier Milei

El Gobierno aplicó en agosto y septiembre la fórmula de movilidad atada a la inflación, mientras que el proyecto aprobado en el Congreso proponía un 7,2% extra y un bono de $110.000.

  • Negociaciones frenéticas del Ejecutivo para blindar los vetos y sostener el frente fiscal

  • El gobierno de Milei confirmó el monto final que depositará ANSES para los jubilados que cobran la mínima en septiembre 2025

La diferencia entre ambos esquemas implica hasta $63.000 más por mes en la mínima y más de $155.000 en el haber máximo.

El futuro inmediato de las jubilaciones volvió a quedar en el centro de la escena política y económica. Tras la sanción en el Congreso de un proyecto impulsado por la oposición que planteaba un incremento del 7,2% sobre los haberes y la suba del bono mensual de $70.000 a $110.000, el presidente Javier Milei decidió vetarlo argumentando que ponía en riesgo las metas fiscales. Con esa decisión, los pagos de agosto y septiembre quedaron atados al mecanismo de actualización por inflación.

El movimiento abrió un nuevo capítulo en la pulseada entre el oficialismo y la oposición, que ahora busca reunir los dos tercios necesarios en ambas cámaras para imponer la norma pese a la objeción presidencial. Sin embargo, incluso si ese escenario se concretara, desde la Casa Rosada ya adelantaron que llevarían la discusión al terreno judicial para frenar la aplicación.

Lo que se pagó en agosto

Con el esquema actual, los haberes se ajustan con dos meses de atraso respecto de la inflación. Así, en agosto se aplicó el índice de junio (1,62%). De esa forma, la jubilación mínima quedó en $314.305, que al sumarle el bono de $70.000 trepó a $384.305.

La PUAM alcanzó los $251.444 (o $321.444 con el refuerzo), mientras que las pensiones no contributivas quedaron en $220.013, con un ingreso final de $290.013. En el otro extremo, el haber máximo se fijó en $2.114.978.

Qué hubiese pasado con la fórmula opositora

Si la ley aprobada en el Congreso hubiese superado el veto, los números habrían sido muy distintos. La mínima habría escalado a $336.928 y, sumando el bono de $110.000, se habría ubicado en $446.928. El aumento también se reflejaría en la PUAM, que alcanzaría $379.510 con el refuerzo, y en las PNC, que treparían a $346.855.

En el caso del haber máximo, la cifra habría ascendido a $2.267.263, unos $152.000 más que lo efectivamente pagado. Solo en la mínima, la diferencia de bolsillo rondó los $62.000 en un mes.

Lo que viene en septiembre

La foto de septiembre se construye con la inflación de julio, lo que llevó a un nuevo ajuste. Con ese cálculo, la jubilación mínima pasa a $320.277, que con el bono de $70.000 llega a $390.277.

El haber máximo se ubica en $2.155.162, la PUAM en $256.221 (con refuerzo: $326.221) y las PNC en $224.194, que con el extra alcanzan los $294.194.

En cambio, si el proyecto opositor se aplicara en septiembre, el impacto sería mayor. La mínima subiría a $343.519, y al sumarle el bono de $110.000 treparía a $453.519. En ese caso, la PUAM llegaría a $384.723 y las PNC a $350.108. En tanto, el haber máximo se acercaría a $2.310.463, lo que marca una diferencia superior a $155.000 respecto del esquema actual.

La discusión sobre los haberes previsionales no solo refleja la tensión política entre el Ejecutivo y el Congreso, sino también la magnitud del ajuste fiscal que el Gobierno busca preservar. Para los jubilados, la definición puede significar entre $55.000 y $63.000 extra por mes en los haberes más bajos, un monto que en la práctica representa el límite entre un simple alivio y la continuidad del deterioro del poder adquisitivo.

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