Cristina cree que el PJ pierde, bajó a Máximo y armó una lista pensando en la pelea con Kicillof

Cristina Kirchner sigue siendo la jefa y a veces lo demuestra con algo de sadismo. Armó una lista de candidatos a diputados nacionales por el peronismo PJ bonaerense con el convencimiento de que va a ser derrotada. Por eso aceptó ubicar a Jorge Taiana al tope de la nómina y cortó de cuajo la intención de su hijo Máximo Kirchner de encabezar la boleta de Fuerza Patria.

Cuesta creerlo, pero para algunos sectores el jefe de La Cámpora quizás fue uno de los derrotados en la nómina de candidatos que dispuso la ex presidenta. «No es tan difícil de entender, vamos a perder y si Máximo lideraba la lista se prestaba a convalidar la condena a Cristina», sostuvo ante Clarín un protagonista con carné vitalicio a la cocina política de la ex presidenta. En cambio, en la previa a la definición de las listas, otros dirigentes del PJ provincial interpretaban como una especie de globo de ensayo el operativo clamor por una postulación del lider camporista.

Con Taiana, Cristina también se la cobró a Axel Kicillof. El gobernador había propuesto al ex canciller temiendo que allí pusieran a Juan Grabois o a Máximo. Al principio la ex presidenta lo rechazó. Pero todo cambió cuando se persuadió de la derrota y lo puso como cabeza. «Díganle a Kicillof que cuenta como uno de él», transmitió.

El mandatario bonaerense había pedido cuatro lugares. El que lidera la lista vale doble. Le pagaron con Taiana, el hijo de Hugo Moyano (el abogado Huguito Moyano) y el referente de la CTA Hugo Yasky.

Los que hablan con ella, aseguran que Cristina no está pensando tanto en derrotar a Javier Milei. Su preocupación es construir poder para la pelea interna con Kicillof. De ahí, el gran ganador del cierre: Grabois. Le dio el tercer puesto, otro lugar para su coequiper Fernanda Miño y la cabeza de la lista en porteña de diputados, que ocupa Itaí Hagman.

Empoderar a Grabois es mojarle la oreja a Kicillof, que busca no tener competidores en la carrera presidencial. Si fuera por los Kirchner, Grabois sería un candidato a Presidente mucho más aceptado que el gobernador, a quien siguen despreciando desde cuando le hizo el caldo al riojano Ricardo Quintela para que compita contra Cristina en el PJ. Ese sentimiento de repulsión no tendría vuelta atrás.

Cristina también premió a Sergio Massa, el enemigo number one del propio Grabois. Curioso: después de toda la parafernalia discursiva en contra del tigrense, el piquetero aceptó figurar debajo de Jimena López, una de las candidatas del ex ministro de Economía.

La ex presidenta perdió una buena parte de su escudería con los que saltaron al Movimiento Derecho al Futuro que Kicillof confeccionó con cierto éxito para batallar contra La Cámpora. El nombre del espacio, acercado por el fallido hermano de la vida de Máximo, Andrés «Cuervo» Larroque, lo plantea casi todo.

La postulación de Taiana como supuesto representante de Kicillof fue el disparador de una comunicación telefónica que el gobernador habría tenido el sábado con Cristina. No fue una charla amena, si respetuosa. El mandatario había pisado el palito cuando propuso al ex canciller como un candidato híbrido. De consenso. Nada de eso: con el ex canciller, Kicillof perdió lugares.

Cristina castigó a los intendentes. Nada para las pretensiones de varios jefes comunales que presionaron por un lugar. La Matanza, por ejemplo, no tendrá candidato propio. Es la primera vez, desde 1983, que el mayor municipio del país y cuna fundamental del peronismo se queda sin nada. Fernando Espinoza, teléfono. También hubo poco y nada para el Movimiento Evita.

El enojo del Conurbano peronista por el ninguneo de Cristina ya tuvo sus consecuencias. El jefe comunal del GBA de Esteban Echeverría, Fernando Gray, asegura que romperá con el peronismo presentándose en un frente propio, encabezando la lista para diputados nacionales. Lo secundará una dirigente de la Primera Sección electoral.

Hilando fino, en el PJ creen que podrían meter, al menos, 13 diputados nacionales, de las 35 bancas que la Provincia renueva en la elección de octubre. Cristina pelea por la supervivencia y apunta a perder la menor cantidad posible de senadores nacionales (podrían ser siete) y mantener un bloque de diputados ultra-fieles que le permita defender la centralidad de su figura para la verdadera batalla: la candidatura presidencial de 2027.

Como pasa en la campaña para la elección desdoblada de la Provincia, en Fuerza Patria todos se preparan para una campaña partida y sin brújula. Cada sector hace lo que le parece mejor, sin demasiada cohesión con los otros sectores internos. «Es el precio de la renovación. Esto va ir cada vez peor. No es la primera vez que pasa ni será la última», analizó un intendente peronista que admite estar cansado ante la falta de liderazgo y las rencillas internas.

Más Noticias

Noticias
Relacionadas