El Reino Unido vivió un hito judicial tras el fallo de la Corte Suprema británica, que estableció que los términos “hombre”, “mujer” y “sexo” en la Ley de Igualdad de 2010 debían referirse únicamente al sexo biológico. Con esta resolución, el tribunal rechazó cualquier reinterpretación legal que incluyera a mujeres trans dentro del concepto jurídico de mujer.
La sentencia representó una victoria crucial para For Women Scotland, una organización feminista conocida como anti transgenero. Dicha entidad cuestionó la inclusión de mujeres trans en normativas diseñadas para aumentar la representación femenina en instituciones públicas.
La Corte Suprema definió que “mujer” se refiere exclusivamente al sexo biológico
El caso llegó al máximo tribunal luego de seis años de disputa legal. La controversia se centró en la validez del Certificado de Reconocimiento de Género (CRG), que permite a personas trans ser reconocidas legalmente con un género distinto al de nacimiento.
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For Women Scotland llevó el caso hasta la Corte Suprema y ganó
La organización feminista, con respaldo de activistas por los derechos de las lesbianas, impugnó la ley escocesa de 2018 que otorgaba cuota femenina a personas con CRG. Argumentaron que esta redefinición sobrepasaba las competencias legales del Parlamento escocés y distorsionaba la base jurídica de la Ley de Igualdad.
En 2022, el gobierno escocés emitió una nueva guía que insistía en considerar a las mujeres trans como mujeres a efectos legales.Sin embargo, For Women Scotland logró en 2024 llevar su caso ante el Tribunal Supremo del Reino Unido, que finalmente falló a su favor.
El veredicto también tuvo implicaciones prácticas en espacios diferenciados por sexo, como clubes deportivos, escuelas o centros para víctimas de violencia. El gobierno laborista británico celebró la decisión por aportar “claridad” en el uso de estos espacios.
J.K. Rowling celebró el dictamen como un triunfo para las mujeres
J.K. Rowling, escritora de la saga Harry Potter y residente en Escocia, no ocultó su entusiasmo ante la decisión judicial. En la red social X, la autora expresó: “Se necesitaron tres mujeres escocesas extraordinarias y tenaces con un ejército detrás de ellas para lograr que este caso fuera escuchado por la Corte Suprema y, al ganar, han protegido los derechos de las mujeres y las niñas en todo el Reino Unido”.
La autora, una de las voces más críticas del «transactivismo», declaró ese mismo día, junto a su esposo Neil, como el “Día de la Victoria en Europa de las TERF”, utilizando con ironía el término con el que suelen ser descalificadas feministas que defienden la biología como base legal de género.
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Rowling también recordó que ningún niño nace en el cuerpo equivocado, cuestionando la existencia misma de las «infancias trans». A lo largo de los años, ha sido acusada de transfobia y ha mantenido públicos desacuerdos con figuras de la franquicia Harry Potter, como Daniel Radcliffe y Emma Watson.
El fallo marca un antes y un después en la legislación británica
El Tribunal dejó claro que las mujeres trans, aunque cuenten con un Certificado de Reconocimiento de Género, no están cubiertas por las disposiciones destinadas a mujeres según la Ley de Igualdad. Con esto, la Corte Suprema corrigió la postura del gobierno escocés, calificándola de «legalmente incorrecta».
Esta sentencia no solo dio cierre a una batalla legal que se extendió por años, sino que también sentó un precedente decisivo para el futuro de las «políticas de igualdad» y la interpretación legal del sexo en el Reino Unido.
Para For Women Scotland, y para J.K. Rowling, fue una victoria rotunda. Una que, según ellas, protegió derechos conquistados por generaciones de mujeres.