El pasado fin de semana, un delincuente ingresó a una panadería con fines de robo, pero se dio cuenta que habían varios clientes y se hizo pasar por empleado.
El hecho ocurrió en la localidad bonaerense de San Martín, donde el ladrón tomó la decisión de atender a las personas para no ser sorprendido con la recaudación entre sus manos.
La secuencia del robo quedó registrada por una cámara de seguridad del local y muestra el momento en el que el asaltante llegó al negocio e ingresó como cualquier cliente. Sin embargo, después de conversar con la empleada, cruzó el mostrador y comenzó a exigirle el dinero de la caja a la mujer.
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Durante algunos segundos y con mucha paciencia, el ladrón fue agarrando la plata y hasta le pidió el celular a la señora que atendía.
Sin embargo, comenzaron a aparecer clientes. Primero llegó un señor que pidió facturas y le solicitó a la mujer el canastito para elegirlas. Mientras el hombre iba seleccionando, el asaltante seguía metiendo los billetes en una bolsa de plástico.