La crisis industrial que afecta a diversos sectores productivos del país se profundizó en las últimas semanas y golpea de lleno a varias plantas, donde la falta de insumos, la disminución de pedidos y las interrupciones en la producción dejaron al establecimiento sin un panorama claro hacia los próximos meses. La operación diaria quedó sujeta a la disponibilidad de materia prima y al funcionamiento parcial de maquinaria con años de uso.
En medio de esta situación, la demanda del mercado se retrajo y varios de los clientes históricos recortaron o directamente suspendieron pedidos. La apertura de importaciones y la competencia por precios generaron un escenario adverso para la continuidad de la producción local, lo que derivó en menor actividad y en un uso limitado de la capacidad instalada.
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Los trabajadores remarcan que las interrupciones en la producción se volvieron frecuentes por fallas técnicas y por la falta de repuestos. A esto se sumó la inestabilidad comercial, que dejó a la planta sin previsión de contratos a mediano plazo. Según empleados, el establecimiento se encuentra completando lo que podría ser el último pedido para un cliente del rubro azucarero.
PanPack S.A
Se trata de PanPack S.A., cuya situación interna se tensó con la pérdida de personal y las dificultades financieras. La fábrica, que llegó a emplear a 500 personas en sus años de mayor actividad, mantiene hoy menos de 80 operarios activos. La caída de ventas y la ausencia de una cartera de clientes firme dejaron al borde del cierre a la histórica productora de bolsas para el agro.
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El conflicto laboral se intensificó a comienzos de año con el despido de 25 empleados. Según relataron los afectados, fueron convocados a una negociación en la que se les ofreció el 50% de la indemnización. Tras rechazar la propuesta, no se les permitió volver a ingresar y al día siguiente recibieron la carta documento formalizando las desvinculaciones.
Uno de los trabajadores, Ariel Núñez, con 25 años de antigüedad, afirmó que ni él ni sus compañeros despedidos cobraron la indemnización. Esta situación derivó en acciones judiciales colectivas y en reuniones con el síndico y los jueces que intervienen en el proceso de quiebra. Los empleados sostienen que el escenario se deteriora semana a semana y que la empresa no presenta un plan que permita proyectar continuidad.
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PanPack S.A
De acuerdo a lo publicado por Mundo Gremial, a planta opera de manera intermitente y sin certezas sobre su futuro inmediato. Si no ingresa nueva demanda o aparece un inversor dispuesto a sostener la actividad, el cierre se considera altamente probable. Los trabajadores remarcan que la crisis no afecta solo al empleo directo, sino también a las familias y a la red comercial y logística que dependía del funcionamiento del establecimiento.
La situación actual se enmarca en un proceso más amplio que atraviesa a la industria plástica y al sector agroindustrial de la provincia, donde varias plantas redujeron turnos, tercerizaron producción o recortaron personal. En este contexto, la continuidad del establecimiento ubicado en Los Nogales se convirtió en una señal de alarma para otras firmas del rubro.
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La fábrica comenzó a operar hace más de cuatro décadas, en un período de expansión del sector plástico impulsado por la demanda del agro. Su especialización en bolsas para cultivos de la región la posicionó como un proveedor clave para ingenios y empresas vinculadas al citrus.
En sus años de mayor crecimiento, la empresa incorporó líneas de extrusión y confección que permitieron abastecer a clientes dentro y fuera de la provincia. La ubicación en Los Nogales favoreció la logística y la contratación de trabajadores de localidades cercanas, lo que convirtió a la planta en un polo laboral durante más de una generación.
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Durante los 90 y principios de los 2000, la firma consolidó su presencia en el mercado regional y llegó a operar con varios turnos diarios. Su capacidad productiva se sostuvo incluso en períodos de recesión, gracias a contratos estables con empresas del sector azucarero y frutícola. Ese período marcó su mayor expansión y su reconocimiento como una de las principales productoras de envases plásticos.
Sin embargo, la falta de renovación tecnológica, el incremento de los costos y la aparición de importaciones más competitivas deterioraron su estructura industrial. La empresa entró en un ciclo de descenso que derivó, con el paso del tiempo, en la situación crítica que hoy enfrenta.