Ante la medida adoptada este lunes por el Gobierno de Javier Milei, de eliminar las retenciones a la exportación de todos los granos hasta el 31 de octubre (cinco días después de las elecciones del domingo 26) y la posibilidad de obtener una “ayuda” de Donald Trump en medio del descontrol cambiario, el economista de La Izquierda Diario Esteban Mercatante publicó en la red X un hilo sintetizando el estado de situación.
Bajar impuestos a los chacrers durante un mes y pedirle una ayuda al «amigo» americano (que se la va a cobrar con una buena libra de carne sobre los recursos del país) son recursos habituales de los gobiernos promercado para afrontar las crisis generadas por errores propios 1/9
— Esteban Mercatante (@EMercatante) September 22, 2025
Las definiciones de Mercatante
Bajar impuestos a los chacrers durante un mes y pedirle una ayuda al “amigo” americano (que se la va a cobrar con una buena libra de carne sobre los recursos del país) son recursos habituales de los gobiernos promercado para afrontar las crisis generadas por errores propios.
Están armando un esquema para que entren más dólares del campo y deuda para que se vayan por la otra ventanilla, pero en lo posible, empujando al dólar otra vez dentro de la banda por un tiempo cortísimo. Al final del día el BCRA seguirá con reservas netas negativas.
Son medidas de corto plazo para dar sobrevida a un esquema macroeconómico desgastado. Buscan sostener el dólar ordenado hasta las elecciones, y que los especuladores que compraron deuda en pesos emitida por Luis Caputo puedan salir antes de las elecciones.
El gobierno tiró por la borda el argumento fiscalista que usó para vetar las leyes de Emergencia en Discapacidad o de Financiamiento Universitario. Con las retenciones cero por un mes, en base a los cálculos de lo aspiran que podría ingresar de exportaciones (USD 7 mil millones), los derechos de exportación no recaudados equivaldrían a casi USD 1.500 millones, o 2 billones de pesos. La suma equivale al 0,25% del Producto Bruto Interno (PBI). Significa que el costo fiscal de la rebaja de retenciones anunciada hoy alcanzaría para saldar al menos la mitad de la implementación de la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Los dólares que vendió el BCRA desde la semana pasada fueron liquidados a un precio que seguramente debemos considerar como regalado en relación al nivel que va a tener después de las elecciones cuando el gobierno dé un volantazo en su plan.
El Gobierno que empezó con un ajustazo, que supuestamente iba a ser el último y pidió sangre sudor y lágrimas para bajar la inflación, ahora prepara otro ajuste para después de las elecciones aunque haga “como que no”. Y ni siquiera puede mostrar que la inflación siga bajando. Por el contrario, el anuncio de hoy puede contribuir a que se eleve el costo de los insumos de varios alimentos, contribuyendo a un nuevo aumento del nivel general de precios.
La herencia del megaendeudamiento y la hipoteca del FMI que se vienen pasando gobierno a gobierno desde Mauricio Macri y Alberto Fernández, sumada a las medidas que tomaron Caputo y Milei prometiendo “existazos” económicos que nunca existieron, nos trajeron otra vez a las encerronas de siempre.
Sólo tomando medidas drásticas y audaces se puede evitar que nos impongan otra vez la receta amarga del ajuste que nos muestran como “inevitable”: repudio de la deuda soberana odiosa, nacionalización de los bancos, control a movimientos de capitales, monopolio estatal del comercio exterior, reparto de los horas de trabajo para trabajar 6 horas, 5 días a la semana sin afectar el salario, son algunas medidas de emergencia por las que debemos pelear para que esta crisis no la paguemos como siempre los trabajadores.
Ante la emergencia, se nos impone redoblar esfuerzos por derrotar el plan de Milei que busca blindarse con el Tesoro norteamericano, y construir la fuerza política de la clase trabajadora que pueda pelear por una salida que rompa con el círculo vicioso del capitalismo argentino.