Un amplio grupo de practicantes del deporte de escalada se convocó en la esquina de Av. Libertador y Crisólogo Larralde para denunciar que el gobierno porteño avanza con la obra del puente Labruna. Esto implica la demolición de la palestra que funciona en el predio del Centro de Deportes de Alto Rendimiento (CENARD) y que es la única zona de escalada sobre roca natural disponible en el AMBA.
Los escaladores marcharon luego hasta el puente Labruna sobre Av. Lugones, repartiendo folletos explicativos a los vecinos sobre la situación angustiosa que padecen ante el inminente cierre del espacio deportivo que -aseguran- es irremplazable, ya que no existe un lugar alternativo para esa práctica.
La irregularidad de toda la situación motivó que esta semana, finalmente, la Legislatura de la Ciudad aprobara un urgente pedido de informes al Poder Ejecutivo, para que este detalle la situación de esta infraestructura porteña de escalada.
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Vale recordar que el predio actualmente está en territorio de la ciudad, pero hasta la década del ´90 pertenecía al Estado nacional. De hecho, fue construida con fondos aportados en su momento por la Secretaría de Deportes de Nación y mantenida y mejorada con aportes del Club Andino que la administra desde principios de este siglo.
Pedido de amparo
A principios de este año, los directivos del Centro Andino Buenos Aires, club que nuclea a buena parte de los practicantes de esta actividad en el AMBA, interpusieron ante la Justicia porteña un recurso de amparo para impedir la demolición de su centro de práctica, el mismo que puede verse desde la Avenida Lugones, a la altura del estadio de River.
El juez Darío Reynoso consideró que el club estaba debidamente legitimado para actuar en defensa de esta instalación deportiva única en su tipo y le ordenó al Gobierno de la Ciudad —y a la empresa AUSA— que “suspendan todo trabajo sobre la Palestra Nacional de Andinismo y sus áreas adyacentes, emplazada en el interior de las instalaciones del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo.
Además, convocó a una audiencia de partes para conciliar posiciones. Es esta situación que no registró avances, ya que la idea de construir una nueva palestra, en un predio de Villa Soldatti, aún no tiene plazos ni licitaciones, mientras se acerca el momento del derribo definitivo de la actual.
En ese sentido, los escaladores recuerdan que esta instalación tiene casi medio siglo, es usada por deportistas, pero también entrenan allí diversas fuerzas de seguridad y, por esas razones, debería preservarse y sumarse al patrimonio de la ciudad.
Según le detallaron a PERFIL fuentes del equipo legal del Centro Andino, “el objetivo de las medidas judiciales que estamos impulsando es evitar o cambiar los planos una obra vial que impulsa el Gobierno de la Ciudad y que, si se lleva adelante, implicará demoler la única palestra de escalada deportiva de grandes dimensiones hecha en piedra que existe en América Latina”.
Vale recordar que el gobierno de Jorge Macri quiere construir —en el terreno de la palestra- un nuevo acceso de autos hacia el puente Labruna, ubicado en el barrio de Núñez, frente al estadio Más-Monumental.
Lugar único para escalar
La palestra de Buenos Aires es el mayor muro de escalada del mundo –tiene casi 20 metros de altura– que está totalmente revestido de piedra natural y presenta todas las características de las grandes paredes de los Andes: desde diedros y fisuras hasta chimeneas, microtomas y escalada “artificial”.
Por esta misma oferta única, este lugar es frecuentemente utilizado por grupos de seguridad y rescate, tanto de bomberos como de la policía y hasta del Ejército, para hacer prácticas especiales y en altura.