La campaña agrícola 2024-2025 en la región núcleo viene marcada por el clima: “Julio fue el más lluvioso en los últimos 40 años”, destacó en Canal E Cristian Russo, ingeniero agrónomo de la Bolsa de Comercio de Rosario. “Cambia muchísimo el humor porque veníamos de años muy secos. Desde el 2020 hacia acá cambió mucho el clima”, explica. Hasta 2020, Argentina vivió “grandes volúmenes de producción” en soja, trigo y maíz, pero los últimos años estuvieron atravesados por el fenómeno Niña, “que hace que acá llueva bastante menos”, y solo lluvias de último momento evitaron peores resultados: “Logramos en soja llegar a casi 50 millones de toneladas”.
Russo enfatizó que el panorama actual es muy distinto: “Vemos un invierno muy superador para la región núcleo, con lluvias que empezaron a fines de febrero”. Las recientes inundaciones en el noroeste de Buenos Aires, que dejaron entre 400 y 500 milímetros, son muestra de este cambio de ciclo. Así, “los trigos se han fertilizado muy bien y se apunta a una campaña de alto rendimiento”, aunque advirtió: “Falta mucho, y el tema de enfermedades empieza a jugar cuando tenemos años de tanta lluvia”.
Estancamiento de rindes y necesidad de más fertilización
Analizando los últimos 15 años, Russo advirtió que los rindes de soja y maíz “están bastante planchados”. Consultando especialistas, el ingeniero subraya: “La diferencia que tenemos con Brasil y Estados Unidos es la falta de fertilización”. Para la soja, “se hace realmente sin fertilización, de una manera casi extractiva, como si fuese una mina que se le va sacando año a año a los suelos y los nutrientes”.
Russo espera que las mejoras en los márgenes y la baja de retenciones incentiven la inversión en insumos, especialmente en fertilizantes: “Había un técnico que decía que con márgenes muy bajos, para que rinda, sobre todo en soja, hay que invertir y hace muchísimo que en el plato no se le pone una costeleta. La costeleta sería el fósforo, una fertilización que es cara, complicada”. Si bien la suba de precios de insumos como nitrógeno y fósforo puede limitar la inversión, se prevé que “habrá una mayor inversión”, sobre todo en maíz y trigo, con más tecnología y mejores dosis.
Maíz tardío, enfermedades y gestión del riesgo
Sobre la campaña de maíz, Russo destaca que “se va a afirmar el comportamiento productivo con más nitrógeno”. Además, la amenaza de la chicharrita, plaga que preocupó en campañas anteriores, parece haberse controlado: “Parece que tuvimos un año donde el clima, con un invierno muy crudo y heladas fuertes, afectó la biología de la chicharrita. Estamos en general más confiados”. Las recomendaciones se centran en evitar las siembras muy tardías y mantener la profilaxis para controlar la plaga.
El clima para la campaña: neutralidad, lluvias y riesgo de heladas
En cuanto a las perspectivas climáticas, Russo explica: “No hay nada que pueda indicarnos que vamos a estar en Niña, todo está diciendo que vamos a estar en neutralidad”. El ingeniero pone el foco en el Atlántico, que “está muy caliente y fue lo que nos salvó el año pasado. Ese ingreso de humedad podría estar presente en la campaña, es una buena noticia”.
En relación a los riesgos de heladas tardías, Russo es cauto pero optimista: “Esta gran cantidad de agua que nos dejó julio está siendo un poco como seguro contra las heladas tardías”. Con los perfiles de humedad completos y napas recuperadas, “estamos previendo un año neutral en el verano, que aleja la Niña y es una gran noticia para el agro”.
Desafíos logísticos y cambios en la siembra
Respecto a los excesos hídricos, Russo explicó que aunque el noroeste de Buenos Aires tuvo importantes inundaciones, “el tema del barro no terminó limitando demasiado la campaña de trigo. El trigo se desinfló en precio y muchos productores se inclinaron por la cebada y el girasol”.
Russo concluye con un mensaje de entusiasmo: “Las cosas están mejorando y hay una excepción de entusiasmo porque están mejorando un poco los números”. Los productores ven “un invierno que no se veía hace mucho”, con mejores reservas de agua y buenas perspectivas para la siembra temprana. “Tocamos madera para que tengamos un año de recuperación, que va a venir muy bien para todos”.