Un grupo de delincuentes – tres hombres y una mujer – fue detenido por el brutal intento de homicidio de un joven ocurrido el pasado 11 de julio en el barrio Inducón de Trelew. Lo golpearon y lo rociaron con nafta. Logró sobrevivir haciéndose pasar por muerto.
Según pudo establecer la Fiscalía de Trelew, la víctima – repartidor – se reunió con tres hombres y dos mujeres con el fin de arreglar asuntos relacionados con drogas, deudas económicas y la entrega de productos.
Lo torturaron y lo maniataron con cables en las manos y los pies. Inclusive, le quemaron el ojo derecho con un cuchillo con fuego en la punta.
El delivery que fingió su muerte para sobrevivir en Trelew
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Tras la detención de los cuatro involucrados, la Justicia dispuso seis meses de prisión preventiva a cuatro personas por ‘tentativa de homicidio’ y ‘privación ilegítima de la libertad’, entre otras imputaciones.
La mujer que participó en la tortura e intento de homicidio de un joven en el barrio Inducón de Trelew se encuentra cumpliendo prisión preventiva en el Instituto Penitenciario Provincial (IPP). Sin embargo, en las últimas horas, se conoció un pedido de su defensora para que se le otorgue arresto domiciliario.
Es que, según argumentó, tiene un hijo de 3 años y desea cuidarlo, ya que el padre del menor – su pareja – también se encuentra detenido en el marco de esta causa, según publica Jornada.
EL RECHAZO
Desde el Ministerio Público Fiscal, la representante, Julieta Gamarra, expresó su oposición a este beneficio y, en paralelo, presentó un informe de la Asesoría de Familia donde se sostiene que el niño no está en riesgo y que es bien cuidado por el resto de la familia.
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Finalmente, la jueza Moreno rechazó el pedido y la mujer seguirá detenida en el Instituto Penitenciario Provincial ubicado en la Ruta 3, entre Trelew y Puerto Madryn.
La mujer se encuentra detenida en el IPP
Archivo
Un repartidor de Trelew fue secuestrado, torturado por una banda narco y fingió su muerte para sobrevivir
Todo comenzó cerca de las 23:00 horas del 11 de julio de 2025 en el barrio Inducom, un complejo de departamentos usurpados en la zona sur de la ciudad.
Acorde a lo que relató la Fiscalía de Trelew, el repartidor se reunió con tres hombres y dos mujeres con el fin de arreglar asuntos relacionados con drogas, deudas económicas y la entrega de productos. Antes de llegar al lugar, fue interceptado por tres hombres que comenzaron a exigirle información para que entregara droga y también a una persona involucrada en el negocio.
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De inmediato, lo amenazaron con armas de fuego, lo golpearon brutalmente y lo llevaron a la terraza del edificio, donde lo torturaron y lo maniataron con cables en las manos y los pies. Inclusive, le quemaron el ojo derecho con un cuchillo con fuego en la punta. Al no poder brindar la información que le solicitaban en el contexto de extrema violencia, lo amenazaron con colgarlo y lo obligaron a ingerir nafta.
En el medio, le gritaban “elegí cómo querés morir: ahorcado o quemado».
«Cita con la muerte»: Esta historia comenzó en el barrio Inducon.
Ante la falta de respuestas, consultan a la mujer G.P., quien les dice: “Hagan lo que quieran con él, ustedes ya saben.” Luego, lo sacan e introducen en una bolsa de consorcio negra, lo arrastran cuatro pisos por las escaleras y lo meten en el baúl de un vehículo, mientras lo seguían golpeando con un palo en todo su cuerpo.
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Luego lo trasladaron por más de 20 cuadras hasta Oris de Roa y Centenario – en un sitio oscuro y alejado del casco urbano – lo arrojaron embolsado y maniatado a un canal de riego y le dispararon.
En un primer momento, los agresores se van, pero deciden retornar cuando observaron que la víctima se movía.
Nuevamente, le dispararon, pero el hombre quedó flotando en el canal para simular su muerte mientras era observado y apuntado por sus atacantes en un instante en el que transcurrieron segundos interminables.
Permaneció inmóvil, conteniendo la respiración y el miedo, hasta que los atacantes se marcharon.
Horas después, un automovilista que pasaba por el lugar lo encontró, lo ayudó y contactó a la Policía local.