La primera gran polémica amorosa de Pampita fue un terremoto mediático: se casó en 2002 con el «polista» Martín Barrantes, pero apenas unos meses después comenzó una relación que la llevó al peor de los infiernos.
Es el día de hoy que se discute si conoció primero a Gonzalo Valenzuela o a su amigo chileno Benjamín Vicuña. Pero lo cierto es que el romance con el más bajito de los dos se hizo más fuerte y, sin divorcio firmado, Pampita quedó embarazada de su primera hija, Blanquita, lo que en la Justicia del momento se tradujo en adulterio.
«Terminaría perdiendo el juicio y le costó casi 3 millones de pesos en 2008», contaron los medios por aquellos días. ¿Cuánto dinero era eso? Según distintas fuentes la suma casi llegó al… ¡millón de dólares del gobierno de Nestor Kirchner! ¡Tremendo!
Ella misma lo confesó años después: “Yo me casé, me separé, rehíce mi vida y quedé embarazada. Pero todavía el divorcio no había salido en ese momento porque había que esperar un tiempo”. Con la inocencia de la juventud, Pampita ignoraba que legalmente su embarazo con Vicuña constituía adulterio, aunque ya no convivían.
LA VENGANZA LEGAL Y EL ESCÁNDALO PÚBLICO
El fallo judicial fue categórico: la declaró adúltera y Martín Barrantes ganó el juicio. Pampita reflexionó sobre ese momento: “No me cambia en nada que el fallo diga que soy adúltera… en este siglo, por favor”.
Después de que Pampita anunció que estaba esperando un hijo de Vicuña, Barrantes no se quedó quieto: la demandó por adulterio, calumnias e injurias, pero nunca llegó a cobrar nada porque suspendió el juicio cuando supo del fallecimiento de su hija Blanca.
La ruptura entre ambos fue abrupta: ella había conocido al actor chileno en Santiago de Chile mientras tramitaban el divorcio en suspenso. El caso generó revuelo en los medios: se hablaba de “infidelidad” y “cornudismo”, y Pampita fue retratada como una mujer adelantada a su época, que no temía reinventarse pese al juicio en su contra.
Esa ruptura dejó marca en su carrera y en su proyección pública. Pampita sufrió críticas, memes y comentarios que la definían como “la cornuda de la Argentina”, mientras ella continuaba su camino con Vicuña y luego con Roberto García Moritán.
EL IMPACTO QUE MARCÓ SU VIDA
Ella reconoció: “Yo, con la inocencia de la juventud, no sabía que la firma era importante… tampoco sabía que la otra persona iba a hacer uso de la ley”. Según su abogada, fue un caso testigo que evidenció la disparidad de roles en la Justicia de la época.
Hoy, Pampita está sola nuevamente (estuvo casada con García Moritán y de novia con Martín Pepa, de quien se separó recientemente), y construyó una familia sólida, pero precedida por un episodio que marcó su ascenso en el mundo del espectáculo. Ese romance fugaz con Vicuña, que ocurrió antes de concluir legalmente su matrimonio, la ubicó en el centro del escándalo y le costó un juicio millonario.