Pese al rebote de la economía, la situación es heterogénea, con sectores que aún no recuperaron niveles previos a noviembre de 2023. El consumo traccionado principalmente por el de bienes durables impulsados por el crédito y el de productos masivos, que todavía no retomó la pérdida del año pasado, llevó a las familias a endeudarse. Esta situación también se trasladó a un fenómeno que viene en crecimiento y comienza a encender algunas alarmas: la morosidad, tanto de empresas como de las familias, crecen mes a mes y ya se encuentra en máximos de los últimos cuatro años.
La irregularidad en el pago de los créditos privados a familias está en su máximo de los últimos cuatro años. Desde que asumió la presidencia Javier Milei, escaló 1,9 puntos porcentuales y alcanzó el 4,5% en el mes de mayo, lo que implica un aumento del 67% en la morosidad de los créditos personales, según un estudio del Instituto Argentina Grande (IAG).
Aunque todavía no se encuentran en niveles catastróficos, los bancos comienzan a advertir por esta situación .“La morosidad se está viendo en préstamos personales (PP) y tarjeta de crédito (TC) y existe crecimiento de cheques devueltos sin fondos. El sistema en su totalidad aumentó la mora en la banca para personas”, comentaron a PERFIL en off the record desde el sistema bancario.
En tanto, la fisura en las finanzas de las empresas se vio reflejado en la cantidad de cheques rechazados por falta de fondos, que en mayo alcanzó un nuevo máximo nivel desde la pandemia, con un total de 69.341 cheques. Desde noviembre de 2023, la cantidad de estos rechazos aumentó en un 117,6%, más del doble.
“El hecho de que la actividad mejore, al tiempo de que ambas curvas de morosidad están en un ciclo ascendente, evidencian una fuerte fragmentación social y económica. Mientras unos sectores recuperan, hay una incapacidad creciente de las familias y las empresas para afrontar sus pagos mes a mes”, señaló el informe del Instituto. “Hay sectores que recuperaron y sectores que no tanto y que están muy por debajo aún, además de tener un descalce absoluto entre expectativas y precios del dólar y tasas. Eso tiende a chocar la cadena de pagos”, agregó a este medio Hernán Herrera, miembro del IAG.
Desde un importante banco señalan a PERFIL que más allá de casos puntuales explicados más por una dinámica de actividades dispar (algunos sectores que repuntan más rápido, otros que no acompañan el mismo crecimiento) “el mundo de empresas, en general, a la fecha no muestra un incremento sustancial en la morosidad. En particular, la mora en descuento de cheques de pago diferido (CPD) muestra un incremento en relación a lo que se vio en los primeros meses del año, pero todavía dentro de parámetros esperables para la situación económica en general, y para el apetito de riesgo de los bancos en particular”, expresaron.
“Sin embargo, se observa en algunos sectores que el efecto arrastre de reducción de los niveles de actividad en 2024, sumado al cierre de opciones de financiamiento en mercado de capitales, ocasionó en algunos puntuales desafíos importantes para las compañías en materia de rebalanceo de sus pasivos, tanto en monto como en duration«, agregaron desde el sistema bancario.
Alertan por una burbuja de endeudamiento que crece bajo la falsa apariencia de consumo y crédito
Si las tasas de interés aumentan, la situación podría empeorar
Tras el desarme desprolijo de las LEFIs que trajo descalabros financieros, la semana que viene el equipo económico tendrá una licitación donde se verá el apetito del mercado por los pesos o si el Tesoro tendrá que convalidar altas tasas para que no se corran los inversores al dólar.
En caso que el equipo económico tenga que subir las tasas, esto impactaría negativamente en la economía real, se vería un aumento del costo de financiamiento, del descuento de cheques, el costo del giro en descubierto, la morosidad y los cheques sin fondos. La cadena de pagos se resentirá, según el economista Diego Giacomini.
“En pocas palabras, las empresas deben hacer ajustes a sus planes de negocios descontando que hasta las elecciones el dinamismo del nivel de actividad será más bajo que en los primeros meses del año, mientras que la cadena de pago se debilitará más, la morosidad y los cheques rechazados aumentarán, el costo financiero seguirá por las nubes. Como habíamos advertido desde E2 (Economía & Ética), había que aprovechar esta breve ventana de unos pocos días que el costo del crédito bajo. Por el contrario, en el corto plazo volverá a subir. No vienen tiempos para apalancarse y endeudarse, sino todo lo contrario”, cerró Giacomini.
AM/ML