Un hombre ingresó el pasado jueves a un negocio especializado en ropa interior para hombres, ubicado en la avenida Corrientes al 4700, en el barrio porteño de Almagro. Apenas una de las empleadas se le aproximó para ofrecerle atención, él la sorprendió con una frase inesperada: “Hola, con todo respeto, vengo a robar”, expresó mientras señalaba el bolsillo de su campera.
Desde ese momento, el sospechoso comenzó a ser intensamente buscado. Su rostro había quedado claramente registrado por las cámaras de seguridad del local y las imágenes del particular robo, marcado por su tono educado, se viralizaron rápidamente.
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En paralelo, el pasado domingo, efectivos de la Policía de la Ciudad arrestaron a un hombre acusado de arrebatarle el teléfono celular a un adolescente de 16 años en las inmediaciones de Parque Centenario. La detención fue posible gracias a que el padre del joven logró rastrear el dispositivo a través de la función de geolocalización.
Sin saberlo, ambas investigaciones coincidieron: el presunto ladrón del local de Almagro y el autor del robo del celular eran la misma persona. El sujeto, que ahora se encuentra detenido, posee antecedentes penales que datan de 2014.
El video del robo en Almagro fue la clave que permitió avanzar en el caso, sobre todo por el llamativo estilo con el que cometió el delito. En la grabación se lo puede observar tranquilo, con una actitud decidida y dando instrucciones con claridad. Vestía una campera negra, una bufanda verde y llevaba una mochila. Su rostro, captado sin dificultad, facilitó su identificación.
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«Hola, con todo respeto, vengo a robar»: lo buscaban por robar en un local de ropa y lo atraparon por sacarle el celular a un chico
Ese jueves, primero le pidió a la empleada que se quede callada. Luego, le ordenó que se dirija al sector del mostrador y le preguntó si había alguien más en el local. Al escuchar la negativa, le solicitó que saque el dinero de la caja registradora. “Hacé de cuenta que está todo bien y dame toda la plata”, la obligó.
En un momento, mientras la mujer cumplía sus instrucciones, el ladrón giró la cabeza y miró hacia la puerta, como checando que nadie irrumpiera su respetuoso asalto. Después se acercó a la caja y le recriminó por el poco efectivo: “¿Solo esto?”.
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—“Sí, solo eso tengo”, le respondió la empleada.
El video continúa, pero el plano se corta justo cuando ambos quedan fuera de cuadro. En ese instante se escucha al delincuente decir: “Está bien, está bien”.
Antes de irse, se aseguró de dejar una advertencia. Le pidió a la empleada que se vaya para el fondo del local y que espere “diez minutos” antes de salir. Le advirtió que sus cómplices estaba afuera, “en el auto”. Y remató con una amenaza: “No salgas por nada del mundo, va a ser peor”.
Cerró la puerta y se fue: se llevó tres bolsas con prendas, el celular de la empleada y $150.000 en efectivo. El caso fue denunciado ese mismo día. La damnificada se presentó en sede policial y brindó la descripción del asaltante.