Fernanda Iglesias generó un gran revuelo en las redes sociales al compartir una serie de mensajes cargados de dolor que encendieron las alarmas entre sus seguidores y su entorno cercano. La periodista, que suele mostrarse muy activa en Instagram, sorprendió al publicar enigmáticos textos que evidencian un estado emocional frágil.
Tras haberse separado recientemente de su pareja, Javier, con quien estuvo nueve meses, y que un famoso la haya rechazado, Iglesias ya había declarado en televisión: “Se terminó porque se tenía que terminar. No pasó nada, pero evidentemente no nos entendíamos en algunas cosas. Como que nos dejamos de hablar y se diluyó”.
Pero lo que más llamó la atención, además de su salud mental, fueron las frases que subió a sus historias en Instagram días después, las cuales estarían dirigidas a su exmarido y productor de Telefe, Pablo Nieto, con quien mantuvo una relación de 13 años y tuvo un hijo.
Sin nombrarlo directamente, Fernanda escribió: “Pensé que la violencia se había terminado. No perdonen. Nunca se acaba”. La panelista de LAM continuó con otro mensaje igual de impactante: “Banqué mil cosas. Sufrí, me caí. Y con mucho esfuerzo me levanté. Pero cuando me vio bien, volvió al ataque. Porque lo único que quiere es que yo sufra”.
En otra historia, se la ve con los ojos llorosos y agregó: “Una lloradita y a seguir. Voy a ser fuerte”. Más tarde, compartió una reflexión que parece aludir a su paso por los medios y a ciertas personas que la rodean: “Hay personas que te desarman, que no buscan tu bien, que buscan el rating a costa de generar odio y más pelea».
Y siguió: «Eso les ‘rinde’. Total, ellos están detrás y no salen perjudicados. Piénsenlo. No les den el gusto”. Estas publicaciones preocuparon no solo a sus seguidores, sino también a su familia y amigos, ya que volvieron a poner en el centro de la escena el conflicto que la periodista atravesó en el pasado con Pablo Nieto.
En 2016, Iglesias había denunciado al productor por violencia de género, aunque luego le dio una segunda oportunidad. Al responder preguntas de sus seguidores en Instagram, fue contundente: “Sí, en 2016. Hice la denuncia y al tiempo le di una segunda oportunidad. Estuvo todo bien hasta ahora”.
Además, descartó toda posibilidad de reconciliación: “No hay reconciliación posible con alguien que te dice ‘no te aseguro que no te voy a volver a cagar’”. En ese mismo intercambio, contó cómo hizo para atravesar esa separación tan dolorosa: “Pensando que me saqué de encima a alguien que me hacía daño”.
Aunque en su momento destacó que su denuncia fue un punto de inflexión para que Pablo cambiara, ahora la periodista da señales de que la situación podría haberse vuelto a complicar. “Pasaron unas cosas que yo dije ‘lo tengo que denunciar, porque si no no va a terminar más. Esto tiene que ser un límite’”, sostuvo.