La Universidad de Buenos Aires publicó un informe en donde alerta sobre el impacto de la política económica del gobierno de Javier Milei sobre los sectores medios. Además de detectar un retroceso en el poder adquisitivo de los salarios, el trabajo indica que «el consumo de los hogares argentinos atravesó una profunda reconfiguración. El aumento desmedido de los precios relativos, especialmente en servicios esenciales, obligó a rediseñar las canastas de consumo, desplazando bienes tradicionales y resignando la calidad de vida».
De acuerdo al Centro RA, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, «para que una persona sea considerada de clase media en el tercer trimestre de 2024, sus ingresos mensuales debían oscilar entre aproximadamente 372.000 pesos y casi 1.192.000 pesos. Esto implicaba un aumento de alrededor del 125% en los ingresos desde el inicio del gobierno para mantener esa posición social. Sin embargo, el incremento promedio de los salarios a nivel nacional fue de aproximadamente 119% en el mismo período».
Pero además de ese recorrido del poder de compra del promedio salarial, que obviamente es mucho más desfavorable en el caso de los trabajadores no registrados, se detectó una reconfiguración forzada de la canasta de consumo, dado por el aumento en los precios relativos de determinados precios.
Clase media
«Se produjo un cambio drástico en la composición del gasto de los hogares», dice la UBA. Detalla que durante el primer año de la gestión Milei, el 59% del gasto se destinó a servicios, lo que representa un aumento de 10 puntos porcentuales respecto al año anterior. Esto significa que, aunque los salarios mostraron una recuperación nominal, el poder adquisitivo real se vio mermado por la necesidad de cubrir costos fijos ineludibles.
En la Ciudad de Buenos Aires, una persona tuvo que gastar aproximadamente un 631% más en gas, un 707% más en transporte, un 390% más en electricidad y cerca de un 350% más en agua respecto al inicio de la gestión de Milei. Estos incrementos están muy por encima del aumento promedio en el gasto en alimentos, que fue del 129% en el mismo período. Dentro de este rubro, los lácteos fueron el componente con mayor incremento (+174%), casi 100 puntos porcentuales por debajo del servicio que menos aumentó durante la actual gestión.
Efecto tijera
«Observando los ingresos promedio de la clase media en el país, estos disminuyeron 7% en términos reales entre el último trimestre de 2023 y el tercer trimestre de 2024, situándose en aproximadamente 572.000 pesos. Este dato es crucial, ya que el valor real del dinero disponible para la clase media se redujo, impactando directamente su capacidad de consumo», indica el trabajo de la Facultad de Ciencias Económicas.
Dicho deterioro se manifiesta en la dinámica del consumo. Por ejemplo, los shoppings, espacios tradicionalmente frecuentados por la clase media, registraron durante el primer año del gobierno de Milei una caída en las ventas cercana al 24%. Entre los rubros más afectados se destacan librería y papelería, con una contracción de alrededor del 57%; perfumería y farmacia, con casi un 37%; ropa y accesorios deportivos, con aproximadamente un 17%; y los patios de comida, con una baja cercana al 3%.
La UBA define así al “efecto tijera”: mientras que los ingresos se esforzaban por seguir el ritmo de la inflación general, el costo de vida se disparaba por el lado de los servicios. De este modo, «desde que gobierna Milei una persona de clase media con su ingreso promedio puede pagar casi medio año menos de la cuota social de un club de fútbol, dos meses menos de gimnasio y casi 66 pasajes menos a Mar del Plata en tren. Esto muestra una erosión en el consumo de ciertos productos de la clase media».