Este jugador de fútbol buscó cumplir sus sueños, pero tuvo que aprender de la manera difícil a tener disciplina y autocontrol.
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La vida del ex Boca y ex River, que pasó dos veces por la carcel.
Muy pocos jugadores de fútbol, y de cualquier deporte en general, puede admitir que se atrevieron a cambiarse la camiseta por los colores opuestos al principio de su carrera. De Boca a River, y devuelta a Boca al poco tiempo, Carlos Damián Randazzo tenía valor para jugar un superclásico contra su ex club.
Sin embargo, algunos años después de sus atrevidos pases, la vida lo golpearía con dos acusaciones penales que lo llevarían a estar en la cárcel por varios meses. Con sus condenas cumplidas decidió resignificar su vida y mantenerse cerca del deporte de una manera mas social y humana.
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Cómo fue la carrera de Carlos Damián Randazzo
Carlos Damián Randazzo debutó en Boca Juniors en 1978 y rápidamente se destacó como una promesa en el fútbol argentino. Cuatro años más tarde, se cruzó de vereda y cumplió su sueño de vestir la camiseta de River. En el medio fue convocado a la Selección Nacional por César Luis Menotti. Sin embargo, su rendimiento no fue el esperado y volvió al Xeneize, donde se quedó hasta el Metropolitano 1984, pero su nivel ya no era el mismo
Sus gustos por la noche y los excesos eran un secreto a voces. Por estos motivos, a los 25 años decidió colgar los botines. Su carrera incluyó pasos por Racing, Defensa y Justicia y Guaraní Antonio Franco, donde no pudo mantener su nivel con el paso del tiempo.
La prisión: qué fue de la vida de Carlos Damian Randazzo
La trayectoria de Randazzo estuvo marcada por momentos polémicos que lo llevaron a enfrentar la cárcel en dos oportunidades. En 1993, fue arrestado acusado del asesinato del empresario Virgilio Escobar y pasó 11 meses detenido en Caseros, donde incluso recibió la visita de Maradona. Finalmente, fue absuelto en el juicio, tras lo cual intentó comenzar de nuevo y se trasladó al sur del país.
Años más tarde, en 2005, su nombre volvió a aparecer vinculado a un caso de tenencia de drogas en San Martín de los Andes. Tras un juicio oral, obtuvo la libertad. En el transcurso de esos años, intentó retornar al fútbol en Barracas Central, pero el intento no prosperó.
Hoy, Randazzo tiene 64 años y asegura haber aprendido de sus experiencias difíciles. Tras su última estadía en prisión, decidió apartarse de los reflectores y dedicarse a diversas actividades, como abrir un gimnasio en Villa La Angostura o dedicarse a la venta de artesanías. Además, es padre de siete hijos fruto de su relación con cuatro mujeres y afirma ser un padre presente en sus vidas.