«Le hicieron pagar el derecho de piso porque hace un mes que está en el colegio. Hace una semana lo habían amenazado». Jael Aponte, la madre del nene de 12 años atacado por tres compañeros en la Escuela Secundaria N.º 13 de General Rodríguez, es contundente. Habla con Clarín en el segundo piso del hospital en el que su hijo espera una cirugía para reparar el hundimiento de cráneo que le causó la agresión. «Le pegaban trompadas en la nuca cuando corría y lo quisieron rematar con esa patada en la frente”, relató.
Aponte cuenta además que hace cuatro meses meses llegaron al barrio. Dice que Brian «está consciente pero habla mal». Y que a las 14 lo operarán para colocarle en la cabeza una prótesis de titanio. «Ortiva, dame más», fue la amenaza que escuchó el nene de parte de uno de sus compañeros, tras negarse a volver a darles golosinas. Se lo pudo contar él mismo, que dijo que se despertó cuando estaba en la sala de Dirección.
La madre también está enojada con el colegio. Asegura que no queda claro cómo asistieron a su hijo. Y afirma que la agresión se produjo luego de que Brian saliera por segunda vez a comprar chocolates a un kiosco cercano, y al que los chicos van porque el alambre «no existe. Salen y entran como quieren».
Justo en la parte de atrás del colegio, en diagonal cruzando la calle, hay un kiosco. La mujer que atiende suele cruzar, agarra el dinero de los chicos a través de ese espacio abierto en el patio, y vuelve con las golosinas. Pero los chicos también entran y salen.
Brian había encargado un pancho. Ahí empezaron las primeras provocaciones por parte del grupo de adolescentes. Como había pagado de más, con ese dinero a favor, fue a buscar más golosinas.
En ese momento, suena el timbre para regresar a clase. Pero Brian, varios chicos más y el grupo que luego le pagaría, se quedaron en el patio. “Con ese espacio abierto es una zona liberada ese colegio”, cuenta Jael.
Brian, según le contó a su mamá, le convidó dulces a uno de los adolescentes. Pero el pedido, insistente, se repitió. Querían que les convidara a todos.
“Eso ya era para buscarle pelea. No querían golosinas -marca la mujer-. Mi hijo les dice que se dejen de joder, se da vuelta y los ignora. Ahí lo agarran para que no corra, logra escapar y corre más, pero vuelven a agarrarlo y lo rodean. No pudo llegar hasta la Preceptoría. Lo desmayan de una patada”.
En la escuela, ubicada en la esquina de José Hernández y Alberdi, esta mañana había una reunión de personal pero no se emitió ningún comunicado respecto del episodio.
Los problemas en la escuela
“No es la primera vez que pasa. En esa escuela hay violencia. El alambrado estaba roto, por ahí entraron los pibes del otro turno y le pidieron las golosinas a Brian. Él no se las quiso dar, es re buenito pero ya les había dado. Podría decir que sufrió bullying antes”, le dice a Clarín una amiga de la familia. La charla es breve, porque justo la llaman para que entre a terapia pediátrica a verlo.
En el segundo piso del Hospital Vicente López y Planes también están el tío y la abuela del nene. “Ahí había un portón que supuestamente lo robaron y nunca pusieron un alambre. Entonces entra cualquiera en el recreo y sale”, agregan respecto de la seguridad del colegio al que van menores, que no deberían poder entrar y salir.
En la causa hay tres imputados. Dos menores de 14 y 15 años que están con medida de seguridad en un centro de contención del organismo de niñez de la Provincia; y otro de 17, en un centro de recepción.
Según fuentes judiciales, los 3 son alumnos del colegio que ese dia habían faltado y se encontraban del otro lado del perímetro. De la investigación también surgió que el de 17 años habría acusado a los de 14 y 15, pero de acuerdo a los testimonios, habría sido él quien dio los golpes más graves, incluida la patada en la cabeza.
Amenazas a las familias
El ataque a Brian generó conmoción en toda la comunidad educativa de la escuela. Varias familias se movilizaron hasta el hospital Vicente López y Planes para acompañar a la madre del menor atacado.
Una mamá le mostró a Clarín un mensaje que llegó a su whatsapp. «No hables. Vas a dar tu cara y es para más problemas. En Instagram subieron que el que dé la cara va a tener más problemas», dice el mensaje. No fue la única que lo recibió.
SC