Real Madrid gana sin dar explicaciones ni extenderse en argumentaciones futbolísticas. Lo suyo es el triunfo, independientemente de los merecimientos y los desarrollos. ¿Que no fue superior al valiente Stuttgart? No importa, ya tendrá su momento para golpear duro. Lo viene haciendo en los últimos años y mucho más ahora, que sumó a Kylian Mbappé, que puso en marcha la victoria por 3-1, por la primera fecha de esta Champions League renovada, con una liga inicial con 36 equipos.
Fue el 49° tanto del francés en 74 partidos por la Champions, pero el de este martes fue especial, porque los 48 anteriores, entre Monaco y Paris Saint Germain, no se tradujeron en ningún título en nueve temporadas. Este toque de derecha en la boca del arco, con dedicatoria a los hinchas en el Santiago Bernabéu, fue el primero con Real Madrid en el torneo europeo. Ya marcó en las tres competencias que disputó con su nuevo club: Supercopa de Europa, Liga de España y Champions.
A poco más de 20 minutos para el final, Real Madrid empataba 1-1 y no hubiese sorprendido que antes o después se hubiese topado con una derrota porque Stuttgart le jugó de igual a igual. Nunca renunció a atacar, y quizá en su ambición dejó los resquicios para que el campeón lo lastimara. Ya en el descuento, el triunfo lo selló otro goleador debutante en la Champions, el brasileño Endrick, que a los 18 años y 58 días se transformó en el jugador más joven de Real Madrid en marcar por competencias europeas. Bajó el registro que le pertenecía a Raúl, con 18 años y 113 días, en 1995.
Un Real Madrid desarticulado, pasivo, se agarró a Thibaut Courtois para no verse tempranamente en desventaja. No es nada nuevo que el campeón de Europa tiene en su arquero a un salvador para los momentos complicados. Lo hizo numerosas veces en instancias decisivas. Llamó un poco la atención que el belga ya haya tenido que aparecer en su mejor versión en la primera fecha, ante un rival que volvía a la Champions después de 14 años, y que si bien en la temporada anterior sorprendió al ser segundo en la Bundesliga, por delante de Bayern Munich, para este curso transfirió a sus jugadores más importantes (el goleador Guirassy, los centrales Ito y Anton) y en la actual Bundesliga tiene cuatro puntos en tres fechas.
Lo más destacado de Real Madrid 3 – Stuttgart 1
Con sus compañeros desubicados y distraídos, Courtois tapó remates y se benefició de la mala puntería de los jugadores de Stuttgart. Y también de la ayuda del travesaño cuando ya no tenía mucho por hacer. Con Militao en el banco por un leve lesión, Carvajal, habitual lateral derecho, se ubicó de central e ingresó Lucas Vázquez. Lejos estuvo Real Madrid de dar seguridad defensiva, tampoco recuperaba en el medio, y los tres de arriba estaban desconectados.
Se había jugado el primer cuarto de hora y Real Madrid ya había pasado por más de un susto. Sus respuestas eran espasmódicas. Alguna corrida y enganche con remate de Mbappé sobre la izquierda, sector que solo transita circunstancialmente porque el es hábitat de Vinicius. De Rodrygo solo había chispazos y los volantes no llegaban para apuntalar los avances. Real Madrid solo arrimaba peligro con algunos destellos individuales. Su imagen global como equipo era muy desdibujada.
El comienzo del segundo tiempo puso de manifiesto la capacidad del equipo de Carlo Ancelotti para llegar al gol en un pestañeo. El entrenador ya había decidido reordenar la defensa con la entrada de Militao por Vázquez. Pronto, a los 20 segundos, Real Madrid se encontró con el escenario ideal para sus flechas ofensivas: Tchouameni lanzó una asistencia combada para el sprint de Rodrygo por la derecha, mientras Mbappé aceleraba por el medio para ir al encuentro de la asistencia: 1-0. Bautismo goleador para el francés en su primer partido de Champions League vestido de blanco.
Ancelotti intentó mejorar el funcionamiento con los ingresos de los volantes Luka Modric y Arda Guler, además del lateral Fran García. Stuttgart llegó al gol que tanto había buscado, tras un córner, con el delantero Deniz Undav, autor de 18 tantos en la Bundesliga pasada.
Con el 1-1, Real Madrid se vio otra vez bajo presión, nada que lo asuste. El que pareció atemorizado fue el arquero Nübel, que se quedó parado en un córner de Modric que Rüdiger cabeceó en el área chica. Fue el 2-1, era una victoria más que ajustada. Endrick demostró la confianza que tiene en sus condiciones. Encaró con la pelota dominada en un trayecto de 40 metros, con Vinicius y a Mbappé libres a sus costados. Tenía pase y hubiera sido lo más lógico, pero despachó el zurdazo que venció la débil oposición del arquero. “Es muy valiente, tiene huevos”, dijo Ancelotti sobre la decisión de Endrick de no pasarle la pelota a las dos figuras que corrían a su costado. El brasileño fue, recientemente casado, a abrazarse con los hinchas, a contagiarse de la liturgia madridista en la Champions.
LA NACION