La reina Letizia Ortiz decidió tomarse un respiro tras cumplir con sus obligaciones estivales en Palma de Mallorca. Después de dos semanas en la isla balear, donde la presencia de la familia real es casi un ritual destinado a mantener el prestigio del Palacio de Marivent, la monarca optó por escapar a un destino más cercano y discreto: Portugal.
Mientras el destino de las vacaciones de los reyes suele ser un secreto bien guardado, algunas fuentes aseguran que Letizia pasó unos días en las islas griegas, cerca de la familia de la Reina Sofía. Pero, como suele ser su costumbre, la reina ha preferido evitar los focos, dirigiéndose a Portugal, donde la espera un amigo muy especial.
Este amigo no es otro que Vasco Manuel de Quevedo Pereira Coutinho, un empresario portugués y dueño de un imponente castillo en el Algarve, un refugio en el que los actuales monarcas de España han encontrado un lugar para desconectar en varias ocasiones. La relación de Letizia Ortiz con Pereira Coutinho, quien fue nombrado marqués por Felipe VI, ha generado ciertas polémicas, pero su amistad sigue siendo inquebrantable.
El refugio predilecto de Letizia Ortiz
Portugal se convirtió en un refugio estratégico para Letizia. La cercanía del país permite un regreso rápido a España en caso de emergencia, lo que añade un valor adicional a este destino para la familia real. Además, la Reina siempre ha sido muy bien recibida en el país vecino, donde tanto ella como Felipe VI y sus hijas son muy queridos por las autoridades y la población.
La estancia de Letizia en Portugal parece ser más que una simple prolongación de sus vacaciones. Mientras tanto, Felipe VI y sus hijas se mantienen en un segundo plano, permitiendo a la reina disfrutar de este retiro personal.
VO
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