Lucila Gandolfo: Siempre admiré a Julie Andrews

Siempre quiso ser artista. Cuando era chica y veía artistas que la emocionaban, pensaba qué genial sería si fuese ella quien provocase esa misma emoción en otras personas. Esa fascinación que le generaban Julie Andrews, Shirley MacLaine o Liza Minelli. Sus genes artísticos heredados por vía paterna trazaron su destino.

Lucila Gandolfo es una prestigiosa actriz, cantante y maestra de canto. Habla un inglés impecable, su familia materna es de origen británico y aún hoy se comunica con su madre en esa lengua. Además, cursó sus estudios en el St. Andrew’s Scots School, el colegio escocés de élite ubicado en Olivos.

A los diez años fue elegida por el profesor de música del San Andrés —Peter Macfarlane— para el personaje de Ebenezer Scrooge, el protagónico de “Cuentos de Navidad”, de Charles Dikens. En 1993, debutó en calle Corrientes con Broadway 2 dirigida por aquel maestro. 

“Estoy contenta con lo que sucedió con mi vida. Soy muy agradecida porque muchos de los sueños de mi infancia se han concretado. Desde que vi “La novicia rebelde” y otras películas quería estar en la pantalla”, cuenta. Para ser artista se preparó rigurosamente y cursó estudios en el Boston Conservatory y en la Royal Academy of Music. Trabajó en teatro, cine y televisión.

“Soy autoexigente, perfeccionista, disciplinada, trabajadora. También soy humilde, me gusta dar lo mejor de mí, y si me va bien o mal, no modificar la esencia de quién soy. Soy buena gente, compasiva, buena amiga y me preocupo mucho más por los demás que por mí misma”, asegura al momento de definirse.

En estos días protagoniza “Una película sin Julie”, un homenaje a su admirada Julie Andrews. Es la tercera temporada, con excelentes críticas, y tres Premios Hugo. Los jueves en el Teatro Maipo.

Noticias: ¿Cuánto hubo de trabajo y de suerte en su carrera?

Gandolfo: Mucho trabajo, tomar las clases de canto, de baile, de teatro, ejercitar el cuerpo. De hecho, hoy sigo entrenando. También tuve mucha suerte, me gané una beca para hacer un posgrado en teatro musical en la Royal Academy of Music. Estando en Londres, audicioné para hacer Masterclass, que ya había hecho en Buenos Aires con Norma Aleandro, me tomaron, pero después me rechazaron porque no me dieron el permiso de trabajo. Más tarde, Lino Patalano me dio el Maipo para hacer mi propio show. También trabajé un año entero con Pinti y luego volví a Londres, donde audicioné para un crucero japonés y enganché un trabajo como cantante solista. 

Noticias: ¿Cómo fue la experiencia de trabajar en cruceros?

Gandolfo: La primera vez fue en un crucero japonés, recorrimos mares orientales, las islas de Japón, mucho Pacífico y Asia. Estuve seis meses y medio a bordo y me fue muy bien. Después, tuve una segunda experiencia, donde estuve nueve meses y pico a bordo, recorrimos un montón de Asia, lugares increíbles, como Maldivas y Singapur, y terminamos en Venecia. Después volví a Londres, fui extra en cine y trabajé en el castillo de una argentina que estaba casada con un barón francés, donde atendía a la gente y también cantaba. 

Noticias: ¿Le hubiese gustado hacer carrera y radicarse en el exterior?

Gandolfo: Me hubiese gustado vivir la experiencia. Nunca llegué a subirme al escenario del West End, por decir. Eso lo viví con mi amiga Elena Roger a quien couchee con su inglés y estuve presente en su estreno de “Evita” en Londres. Hoy sueño con hacer una serie afuera, ya me tocaron algunos roles en inglés acá.

Noticias: ¿Cómo surgió “Una película sin Julie”?

Gandolfo: Hacía tiempo que tenía ganas de hacer un homenaje a Julie Andrews. Siempre la admiré, su forma de decir cuando canta, esa dicción tan impecable, esa dulzura. Creo que marcó muchas infancias. Yo había escrito un monólogo en inglés y lo tuve guardado muchos años. Sólo se lo había mandado a Disney, porque para mí era una película. En 2022, se dio la posibilidad de hacer algo los viernes en el Centro Cultural 25 de Mayo. Entonces, los llamé a Fernando Albinarrate y a Julio Panno y les mostré aquel monólogo. Finalmente, Fernando escribió la genialidad de “Una película sin Julie”, y Julio la dirigió. La obra muestra a la protagonista, Catalina, a los seis años, cuando ve “La novicia rebelde” y convierte a Julie Andrews en su amiga invisible, y la sigue en distintas edades y etapas de su vida, las cosas que le van sucediendo, incluso un hecho traumático. La historia es muy bella y gusta mucho. De hecho, es la tercera temporada y hay conversaciones para llevarla a Madrid y Nueva York.

Noticias: Usted fue hasta la casa que Julie Andrews tiene en Los Hamptons, estado de Nueva York. ¿No?

Gandolfo: Sí, contacté a un montón de gente para ver si alguien tenía la forma de llegar a ella, quién era su agente o manager. La hija de Julie – Emma Walton- es una de las fundadoras del Bay Street Theater en Sag Harbor, Nueva York. Entonces, le escribí a la directora artística del teatro. Me dijo que no podía ponerme en contacto con Julie, pero me ofreció llevar mi obra allí para hacerla en inglés y en castellano. Le mandé un video, pero no volví a tener novedades. Al poco tiempo, fui con mi prima a Nueva York, y, gracias a un amigo argentino que vive allá, conseguí la dirección de Julie. Fuimos con mi prima, toqué el timbre, era domingo al mediodía, y atendió ella, era su voz. Me di a conocer, pero dijo que era el número equivocado. Le pregunté si no había un buzón para dejarle algo y me dijo que no sabía dónde estaba Julie. Le dije: “Su voz es preciosa, se parece mucho a la de ella”. Dijo: “Thank you” y se escuchó pip, pip, pip. Por suerte, estaba el diario del domingo del New York Times, envuelto en un plástico, y entonces le dejé la carta y una chalina que había hecho una amiga con la Virgen de Luján, y empujé todo por debajo del portón. También le dejé una carta a la hija en el teatro.

Noticias: ¿Cómo es ser artista en Argentina?

Gandolfo: Es difícil, pero creo que es difícil ser artista en cualquier lado. El hecho de que hoy tengas un éxito no te da la certeza de que vas a seguir teniendo trabajo mañana. Siempre digo que uno puede hacer autogestión y generar sus proyectos. Vivir de esto exclusivamente sólo muy pocos pueden. Yo doy clases de canto, tengo muchos alumnos, hago eventos, publicidad, doblaje. Vivo de mi arte, pero tengo diferentes posibilidades de trabajo. 

Noticias: ¿Cuánto importan los premios?

Gandolfo: Siempre es lindo el reconocimiento, por supuesto, pero no me muero por tener todos los premios. Sí reconozco que el año, después de los tres Premios Hugo que nos ganamos por “Una película sin Julie” – Mejor espectáculo musical para un solo intérprete, Dirección musical off y Libro de musical argentino-  empezó a venir más gente y eso fue hermoso. Pero no me condiciona ni me parece que sea la vara de donde se mide. El premio es que al público le guste, salir y que alguien te diga: “Me emocionaste, no paré de llorar”. Qué mejor premio que el aplauso final.

Noticias: ¿Cómo mide el éxito?

Gandolfo: Para mí el éxito es poder ser feliz viviendo una vida plena con el amor de la familia, de los amigos. Yo busqué ser feliz haciendo lo que amo y es lo que hoy tengo. Tengo un marido y un hijo que me hacen más feliz que nada. Mi hijo también canta y actúa, lo veo crecer. Mi marido escribe, produce, dirige y es un peluquero maravilloso.

Noticias: Alejandro Granados, un peluquero conocido, además.

Gandolfo: Sí, es el peluquero de los artistas. Nos conocimos cuando hacía las pelucas de la obra en la que yo trabajaba con Pinti. Pero empezamos a salir en 2007, hace diecisiete años que estamos juntos. Siempre le gustó producir, dirigir, actuar, fue asistente de Elena Tritek, trabajó con Gonzalo Demaría, escribió una obra, el año pasado la dirigió y la produjo y, desde hace años, es también mi productor. Ale es uno de esos hombres renacentistas que hace todos los muebles de la casa con lo que encuentra de maderas en la calle. 

Noticias: ¿Y su hijo? 

Gandolfo: Francisco tiene 15 años y me viene escuchando desde muy chico. Hace dos años y medio cantó en el Colón con un show de Disney, hizo doblajes para Disney, tomó clases de teatro, toca la guitarra y el piano, hace canto conmigo, y le encanta. Es un placer verlo. Cuando yo era chica soñaba todas las cosas que le están sucediendo a él y que le llegan solas, porque lo llaman. 

Noticias: ¿Pendientes?

Gandolfo: Viajes siempre. Amo viajar y más con mi familia. Poder llevar la obra afuera y que me acompañen mi marido y mi hijo sería un sueño. Siento que en algún momento va a llegar la posibilidad de hacer algo en Londres o de llevar Julie en inglés. En eso estoy.

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Le gustaría tener la experiencia de trabajar en el exterior. | Foto:José Tolomei.

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