En septiembre de 2017, el sacerdote Juan Diego Escobar Gaviria fue condenado a 25 años de cárcel por abuso sexual agravado por ser cometido por un ministro de culto y por promoción de la corrupción de menores reiterada y agravada por la condición de guardador. La pena, después, fue reducida a 23. Hoy, el cura recibió un nuevo revés judicial: la Corte Suprema de Justicia de la Nación desestimó un planteo de su defensa, que había solicitado el “cese de la prisión preventiva o la concesión de alguna medida de morigeración”. Seguirá tras las rejas.
Así lo informaron a LA NACION calificada fuentes judiciales. El recurso federal extraordinario presentado por la defensa de Escobar Gaviria fue rechazado con la firma del presidente del máximo tribunal, Horacio Rosatti, y de los jueces Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.
La defensa de Escobar Gaviria “solicitó ante el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos el cese de la prisión preventiva o la concesión de alguna medida de morigeración, en el marco de la causa por promoción de corrupción de menores reiterada (tres víctimas), agravada por la condición de guardador, en concurso real con el delito de abuso sexual simple agravado, por ser cometido como ministro de un culto religioso. El máximo tribunal provincial no hizo lugar al cese de prisión solicitado, ante lo cual la defensa presentó un recurso extraordinario federal, que le fue concedido”, explicaron fuentes judiciales.
En noviembre de 2016, el juez de Garantías y Transición de Nogoyá, Gustavo Acosta, ordenó la detención del sacerdote después de escuchar el relato de una víctima que declaró en cámara Gesell. Los abusos habría ocurrido cuando Escobar Gaviria estuvo a cargo de la parroquia de la localidad de Lucas González, en Entre Ríos.
La causa empezó después de una denuncia que presentaron dos monjas ante el defensor oficial de la Justicia de Nogoyá, Oscar Eduardo Rossi.
Como se dijo, la condena fue impuesta en septiembre de 2017 por El Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguay que consideró al sacerdote “autor material y penalmente responsable” de “promoción de la corrupción de menores reiterada”, agravado por la “condición de guardador”, que “a su vez concurren con abuso sexual simple agravado por ser cometido por un ministro de culto”.
Escobar Gaviria, que ahora tiene 65 años y nació en Colombia, estuvo 11 años en la Parroquia San Lucas Evangelista, de Lucas González, una localidad de 4500 habitantes situada en el departamento de Nogoyá, en la región central de Entre Ríos. Desde allí construyó el poder que lo llevó a ser uno de los sacerdotes más visitados por feligreses en la provincia a causa de su fama de “sanador”.
LA NACION