Los combustibles (nafta y gasoil) tendrán un nuevo aumento a partir de esta medianoche. Será el sexto del año, en torno al 3,5% a 4% promedio en todo el país, desde las 0 horas de este sábado 1 de junio.
De esta manera, la nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires pasará a costar entre $ 900 y $ 905 por litro en las estaciones de servicio de YPF, que por posicionamiento de mercado habitualmente tienen los combustibles más baratos. El gasoil, en tanto, se iría a unos $ 950.
La suba está motivada en una actualización de los impuestos a los combustibles (Impuesto a los Combustibles Líquidos -ICL- e Impuesto al Dióxido de Carbono -IDC-) de $ 9,45 por litro de nafta y de $ 12,62 por litro de gasoil, pero además también por la devaluación del peso contra el dólar («crawling peg» de 2% mensual) y el impacto del ajuste en los precios del bioetanol que se mezcla con la nafta.
De esta manera, los aumentos acumulados en 2024 habrán sumado -contando junio- un 62% en promedio, contra una inflación que en los primeros cinco meses del año estaría en torno al 73%.
Luego del desabastecimiento de combustibles que hubo a principios de noviembre, en la previa a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que consagraron a Javier Milei, los incrementos habrán acumulado hasta junio un 263%.
Por eso mismo y en medio de una fuerte recesión, las ventas de nafta y gasoil se desplomaron a partir de diciembre pasado.
En abril se comercializaron unos 1.296.255 metros cúbicos de combustible (1296,2 millones de litros) al público, entre naftas y gasoil. «Se trata del volumen de ventas más bajo de los últimos 34 meses: hay que remontarse a junio 2021 (con 1.157.630 metros cúbicos comercializados) para ver un número menor», sostiene un informe de la consultora Politikon Chaco. Es una caída del 13,7% interanual.
Pese a esto, según fuentes del sector petrolero todavía existe un atraso en los precios al público de los combustibles en relación a la paridad de importación (import parity), que es del 1% en el gasoil y del 15% en la nafta.
Incluso en el canal mayorista, que tiene demanda del agro -por la cosecha de soja, principalmente- y de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) para las usinas térmicas, tendría una brecha de entre el 11% y el 17%.
Las refinadoras (YPF, Axion, Raízen -licenciataria de la marca Shell– y Trafigura -que comercializa con la marca Puma Energy-) están comprando el petróleo crudo a unos 68 dólares por barril a las productoras (YPF, PAE, Vista, Shell, Pluspetrol, CGC, Tecpetrol, Phoenix, Capsa, Capex, Exxon y Chevron), mientras que la paridad de exportación (export parity) ronda los US$ 81.