Aún no llegan a ser brotes verdes pero para el Gobierno son evidencia de que el derrumbe de la actividad ha tocado fondo en abril.
«Bajaron algunos precios. Mejoran los salarios. Aparecieron los créditos. El dólar sigue estable. Empieza a repuntar el consumo. Y Milei sube en las encuestas. Es entendible que estén nerviosos y quieran pudrirla…», tuiteó ayer el subsecretario de prensa de la Nación, Javier Lanari.
Una percepción similar se registra en otros despachos oficiales, donde se entusiasman con datos de algunos sectores que muestran una caída rotunda en abril contra el mismo mes del año pasado, pero una incipiente recuperación contra marzo.
Ventas minoristas
Un informe de CAME muestra que las ventas minoristas pymes descendieron 7,3% anual en abril, a precios constantes, y acumulan una caída de 18,4% en el primer cuatrimestre del año. Sin embargo, en la comparación mensual desestacionalizada, repuntaron un 1,6%.
En la medición contra marzo, las ventas de alimentos subieron 2,7%. El informe de CAME apunta que «comercios de las grandes ciudades consultados señalaron que en abril se perdieron ventas en manos de los hipermercados, que atrajeron público con algunos descuentos muy agresivos. En los almacenes de barrios, la mayor demanda se focalizó en marcas alternativas, buscando abaratar la canasta alimentaria».
Insumos de la construcción
En abril el Índice Construya (IC), que mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de los insumos para la construcción, registró una recuperación de 6,43% desestacionalizada mensual, si bien se mantuvo 33,2% por debajo del nivel de abril 2023. Es el primer registro positivo desde octubre del año pasado.
“En abril los despachos de las empresas del grupo registraron una mejora con relación a marzo, pero se mantuvieron muy por debajo de las cantidades alcanzadas en 2023. La demanda continúa retraída, debido a la caída del poder adquisitivo y a la necesidad de adaptar stocks al nuevo escenario, así como también a que persiste la postura de esperar para ver de los inversores”, explican desde Construya.
Crédito al sector privado
Según datos del Banco Central, en abril el financiamiento al sector privado consiguió frenar su caída: terminó con una baja de apenas el 0,1% respecto a lo que había registrado en marzo.
«El crédito al consumo y los préstamos a empresas parecen haber alcanzado un piso luego de la profunda caída que vienen mostrando desde noviembre de 2023. Esto seguramente se deba a que el shock más fuerte de caída de la actividad está mermando, implicando una recuperación muy leve de la demanda, aunque se mantiene en niveles muy bajos», advirtieron en la consultora LCG.
Producción de autos
El reporte mensual de la Asociación de Fábricas de Automotores mostró que la producción en el sector volvió a caer en abril 21% frente al mismo mes de 2023, pero algo menos que en marzo, cuando cayó 29% anual. «En la lectura mensual desestacionalizada, abril fue 4% mejor que en marzo. Hay algunos datos que indican que en abril la actividad “fue un poco mejor que marzo”, señaló Fernando Marull, director de FMyA.
Sin embargo otras señales siguen dando negativo. «Los datos preliminares de marzo y abril muestran una continuidad en la caída de la actividad industrial», plantearon desde la Unión Industrial argentina (UIA), donde aún no ven señales de repunte.
El retroceso persiste también en los puestos de trabajo. Desde el IERAL marcan que los primeros datos de 2024 muestran una caída interanual de 12% del empleo registrado en la construcción. La cantidad de puestos registrados en enero de 2024 fue de 372.311, que compara con 422.976 empleos en igual mes del año anterior, según los datos publicados por el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC).
En el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central de abril las consultoras proyectan para 2024 una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 3,5%.
El dato positivo es que el relevamiento indica que «la caída se habría concentrado en el primer trimestre».
De acuerdo con los pronósticos, el nivel de actividad dejaría de contraerse a partir del segundo trimestre del año y comenzaría a recuperarse en el tercero, con una suba de 0,6 % trimestral. Para 2025, el conjunto de participantes del REM estimó un crecimiento promedio de 3,4% interanual.